Aún estábamos impresionados por lo que vimos el sábado a bordo de la avioneta que nos acercó hasta el volcán y el domingo descansando mientras comíamos algo y tomábamos vino tinto (por cierto, como es debido... español) llegó, de repente y sin esperarlo, la segunda parte de esta experiencia-aventura que sin duda recordaremos el resto de nuestros días.
Sobre las 14h nos llamaron desde Protección Civil informándonos de que la zona de acceso por tierra al punto cero acababa de ser abierta. Para nada esperábamos que esto pudiera ocurrir antes de que terminara el fin de semana por lo que estábamos esperando a que llegara la tarde para volver a Reikiavik. Nos apresuramos para terminar de comer y fuimos corriendo al hotel para recoger nuestras cosas que aún estaban preparadas desde el viernes.
Y sin perder un minuto fuimos al punto de encuentro en Mývant para encontrar a la persona que nos llevaría hasta el volcán. Sindri, nuestro contacto local y experto conductor-guía estaba tan excitado como nosotros ya que era la primera vez que se acercaría hasta el volcán por tierra. Después de revisar todo el equipo y activar la alarma de gases no perdimos ni un minuto para subir al super jeep y tomar dirección al gigante en llamas.
En menos de una hora nos encontrábamos en Möðrudalur, último lugar habitado antes de entrar en el laberinto de pistas y caminos que nos llevarían al volcán. Evitando lo más posible las pistas que discurren por lo que sería el cauce de la posible riada en caso de erupción subglacial nos fuimos acercando dando un rodeo por sinuosas carreteras y campos de lava desde el este hasta el refugio de Askja (Askia) desde donde tomaríamos un nuevo camino que rodeando Þorvalstindur nos deja la zona de la erupción al descubierto.
Carreteras cerradas al tráfico de camino a Askja |
Río glaciar en el camino |
Una vez en el refugio de Askja donde paramos menos de 3 minutos por puro protocolo, empezaba la cuenta atrás hasta llegar al extremo de la montaña desde donde ya divisaríamos directamente la mismísima puerta al infierno... Sindri aceleraba como poseído por el demonio y el motor del 4x4 rugía como camino de la batalla. De repente, ahí estaba, el volcán, con una fuerza descomunal expulsando magma y humo por doquier y llenando el cielo de un gris caótico.
Al fondo un punto rojo chillón que parecía una puesta de sol surealista, en el suelo una extensión infinita de arena negra por donde nuestro caballo avanzaba imparable, a un lado el glaciar y al otro la montaña formaban un conjunto propio de la batalla del fin del mundo; Ragnarök.
Y de repente nos estalló la duda... ¿y si la actividad del volcán Bárðarbunga aumenta ahora? ¿Y si hay una erupción subglacial ahora mismo provocando una inundación aún más devastadora que la propia erupción que teníamos ante nuestros ojos? Miramos a Sindri hasta que sintió que le quería decir algo, giró su cabeza hacia nosotros y le ordenamos parar.
Después de un silencio de 5 segundos el coche se detuvo y le preguntamos mientras la tierra temblaba a nuestros pies si estaba seguro de que era correcto lo que hacíamos a lo que sin titubear como un buen guerrero vikingo dijo que sí. Entonces creímos que era un buen momento para empezar a disfrutar de la grandeza de la erupción y aprovechando la parada sacamos varias fotos y videos desde la distancia ya que en ese momento empezaba a oscurecer.
Pero nuestra impaciencia por estar lo más cerca posible nos seguía empujando y de nuevo emprendimos la marcha para comprobar lo más cerca posible lo enfadado que estaba el volcán...En 10 minutos allí estábamos ya casi de noche confundiendo las luces rojas de los escasos 2 vehículos que allí había con los rescoldos de lava aún incandescentes.
Y por fin, ahí estaba... ¡el volcán! No pretenderemos explicar lo que sentimos porque las palabras no nos alcanzarían pero la emoción recorrió nuestros cuerpos hasta que en forma de dos tímidas lágrimas rebosó los ojos de Juan. Simplemente las imágenes y videos a continuación quieren mostrar una pequeña parte de lo que allí vimos, pero sobre todo sentimos. Y es que amigos, lectores, viajeros y señores, nada hay más potente que la fuerza la naturaleza.
Os recomendamos seguir la continuación de esta expedición al volcán en el próximo artículo.
¿Quieres visitar el volcán?
Sois muchos los que preguntáis qué hacer para visitar esta maravilla de la naturaleza. Por el momento tenéis varias opciones seguras:
- Visitarlo a través de Super Jeep (ya nos han dicho que este tour está regular ya que se queda a la distancia legal desde el volcán: 50 kilómetros).
- Volar. Esta a nuestro juicio es la opción más práctica y segura hasta el momento (¡mira quien os va decir esto!). Hay vuelos desde Reykjavík, Akureyri y Myvatn. Nosotros os recomendamos hacerlo desde Myvatn ya que son más económicos que las otras dos opciones.
Relación de empresas que hacen el tour
Aquí os dejamos un listado de empresas que vuelan al volcán, hay para todos los gustos. Vosotros sois lo que elegís:
- Vuelo desde Reykjavík (from 670€)
- Helicóptero desde Reykjavík (from 1.180€)
- Vuelo desde Mývatn (from 250€) Recomendado
- Super Jeep desde Mývatn (from 220€)
- Vuelo desde Akureyri (from 360€)
- Helicóptero desde Akureyri (780€)
El coste por persona va desde los 250€ desde Myvatn y la verdad merece la pena rascarse el bolsillo para verlo (no os recomendamos pagar una barbaridad, buscar el mejor precio).
Si quieres, puedes leer nuestro artículo sobre el vuelo que tomamos el día antes de hacer esta "expedición".
Seguimos informando,
Adrián & Pedro & Juan
IslandiaAttractions.blogspot.com, Septiembre del 2014